Aquí tienes la transcripción por si prefieres leerlo
Estás en el audio 3 del curso Iniciación a la Nutrición Sencilla de Mar de La Mar de Rico.
En este apartado vamos a ver los 5 elementos que debes evitar para conseguir una nutrición completa.
Atenta porque no todos son alimentos:
1- Tabaco y alcohol.
Hombre, no te estoy diciendo que no te tomes una cerveza de vez en cuando, pero consumir estos elementos habitualmente es causa segura de no asimilar correctamente los nutrientes que necesitas, así que por eso están los primeros en la lista.
2- Segundo y no menos importante: el azúcar.
No estoy hablando del azúcar de mesa, sino de todos los derivados que podemos encontrar en cualquier producto.
El azúcar se creó para dar sabor y ahora se utiliza para convertir todos los productos en adictivos y aumentar nuestro consumo.
Tiene muchos nombres: puede acabar en “osa”, en “itol” o tener forma de sirope o de jarabe, pero tanto en su versión de azúcar de caña, blanco o integral, es un elemento que podemos evitar en nuestro menú semanal. Es lo que se llama “una caloría vacía”, y evita que asimiles el resto de los nutrientes que estás ingiriendo.
El problema es que nos hemos acostumbrado tanto a su presencia que ahora no conocemos el sabor real de los alimentos y cuando no tienes intensidad, echas en falta algo importante.
Por eso, para eliminarlo de tu alimentación hay que utilizar varios trucos para potenciar el sabor dulce de una manera natural y así poder evitar la ansiedad por no utilizarlo.
Aquí te dejo varios para que pruebes el que mejor te venga:
- La calabaza, zanahoria y cebolla al horno tienen sabor dulce intenso y te ayudarán a aportar calor en invierno y como guarnición a cualquier plato.
- Si aumentas las grasas saludables tendrás más saciedad y necesitarás menos ese ingrediente tan dañino
- Mira las etiquetas, todo lo que acabe en “osa”, “itol” o jarabe o sirope no te interesa.
Ah! Por cierto, los zumos y bebidas azucaradas y carbonatadas son los responsables de crear el mismo efecto que el pan blanco, forzar la insulina del páncreas y aportar una glucosa muy rápida a tu cuerpo. No te convienen nada.
Si quieres dejar de utilizarlos, lo mejor es que hagas batidos naturales incluyendo fruta con alguna verdura con fibra (espinaca, por ejemplo) o también tomar infusiones o agua con alguna pieza pequeña de fruta que le dé sabor. Una botella de un litro de agua con media fresa dentro o un chorrito de limón da un resultado estupendo.
3- Vamos con el tercer elemento que debería desaparecer de tus comidas: los cereales y harinas refinados.
Esto lo voy a explicar con más detalle.
Los cereales son semillas y para convertirlos en refinados (la harina blanca, el pan blanco, los cereales de desayuno con azúcar) eliminan el gluten y la cáscara. Eso da como resultado un alimento sin nutrientes que prácticamente es puro almidón.
Esto viene muy bien para apelmazar los desechos, así que si tienes descomposición un arroz blanco es ideal, pero no nutre, no aporta ningún nutriente. Comes, pero eso sólo te llena, no te aporta nada.
Otra caloría vacía que no interesa.
Además se convierten en glucosa de una manera muy rápida, lo que significa que te dan una energía que desaparece en poco tiempo y que no es sostenible.
Te pongo un ejemplo:
Si te comes un trozo de pan blanco su energía dura poco tiempo y a la media hora tendrás el doble de hambre, pero no hambre de alimentos saludables, sino que tu cuerpo te estará pidiendo mas glucosa rápida, por eso te apetecerán más productos industriales, bollería, chocolates, azúcar y tendrás más ansiedad.
Sin embargo, si te tomas un trozo de pan integral, al tener más fibra, la energía que aporte durará más tiempo, será más estable y no tendrás tanta hambre después.
Si a esto sumamos que el pan blanco no solo no aporta nutrientes sino que evita que asimiles el calcio, el hierro y el zinc, por ejemplo, igual te planteas ir cambiándolo poco a poco.
Para conseguir que nuestra cocina deje de considerarlos una fuente de energía principal, podemos sustituir los refinados por versiones integrales, como el arroz integral, la quinoa, el mijo o el trigo sarraceno.
Y poco a poco desterrar de nuestra despensa cualquier alimento o producto de este tipo que no contiene lo que nos interesa: nutrientes.
4- Cuarta versión de producto no saludable: las grasas trans
Resulta que las grasas son geniales para conservar los alimentos y aportar sabor y muchos productos han utilizado grasas saludables y las han hidrogenado, convirtiéndolas en una versión industrial poco saludable.
Son los famosos E- lo que sea que encontramos en las etiquetas y la mejor manera de no consumirlos es sustituirlos por grasas saludables como el aguacate o el aceite de oliva de primera presión en frío.
5- La última opción no es un alimento y es importante quitarlo de nuestra vida porque hace que nuestro cuerpo se desequilibre mucho: es el estrés
Esta sensación que se produce cuando tenemos miedo durante mucho tiempo o cuando se nos acumulan las tareas o una situación emocional nos supera, en realidad es una manera que tiene el cuerpo de ponerse en modo “supervivencia” elevando el cortisol y eliminando las funciones vitales que no necesitamos para solventar el problema.
El estrés conlleva muchos desórdenes en las funciones vitales y afecta directamente a cómo gestionas tu vida, incluida tu alimentación, sin contar las digestiones y la asimilación de nutrientes. Si esta situación se prolonga durante mucho tiempo pueden traer problemas más graves.
Ya tenemos nuestros 5 elementos.
Seguramente pensarás que te va a resultar difícil eliminarlos uno a uno de tu forma de comer, primero porque algunos te gustan mucho y segundo porque todo esto es mucho esfuerzo durante un periodo muy largo.
Pero tengo 2 trucos que te van a ayudar mucho:
- Primero, parece muy evidente pero funciona. No los compres.
Si no los tienes en casa es menos probable que los consumas.
- Segundo: elige productos que tengan como máximo 5 ingredientes en su etiqueta. Así estarás asegurando que tu cuerpo no ingiere muchos elementos “cuestionables” ni te volverás loca leyendo etiquetas.
Hemos llegado al final del audio de hoy.
Mañana veremos cómo planificar tu menú semanal teniendo en cuenta todo lo que has aprendido hasta ahora.
Cuando acabes el minicurso podrás poner esta herramienta a tu servicio para elevar tu energía y tu productividad nutriendo tu vida y tu negocio de una manera fácil y prácticamente sin cocinar.
Te mando uno de mis abrazos saludables y nos escuchamos en la siguiente lección del audiocurso. Chao.